Entré a un banco a cambiar algunos billetes gringos como rutina diaria, de pronto miré a los ojos a la señorita de CUSTOMER SERVICE y tuve la sensación de haber encontrado a la mujer de mi vida, de haber encontrado MI ESTRELLA y lo más terrible era esa sensación de que ella encontró al suyo en el mismo momento que nos mirábamos a los ojos., entre coqueteos por redes sociales y mensajes de texto acordamos una cita.
El encuentro se dio, sucedió como lo imaginé, el beso en la mejía, la conversación perfecta, el desnudo de nuestras almas, debo reconocer que la enredada de zapato en esa maya de construcción que había en aquella calle, no fue planeado, no fue calculado, Lo juro!, pero sirvió de mucho por que empezó a entrelazar nuestros brazos y así fue el resto de camino.
Hubieron un par de citas más, a medida que pasaban los días me enganchaba de una manera impresionante, confirmaba la sensación que tuve cuando la vi en aquel Counter del banco, que era la mujer de mi vida, que eran esos ojitos los que quería mirar el resto de mi vida, pero de pronto ella empezó a alejarse, sin explicación, como si fuera una ESTRELLA FUGAZ.
Y aún espero la ANFOTERICINA que ayude a tan rara infección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario